Mejor todavía, esta bacteria es excelente en introducirse en una población de zancudos y manipularlos para garantizar la siguiente generación. De esta manera, introduciendo algunos mosquitos infectados con esta bacteria, en pocos meses prácticamente todos los insectos locales van tener la bacteria también.
La idea comenzó en los 80s en la mente de Scott O’Neill de Monash University, quién continuó estudiando estas posibilidades a pesar de las dificultades técnicas a través de los años. Por ejemplo después de varias décadas de trabajo pudieron por primera vez introducir la bacteria en los huevos del mosquito.
En 2006 finalmente lograron introducir la bacteria en una población completa de zancudos y en 2011 pudieron introducir 300 mil mosquitos en una ciudad de Australia. Los buenos resultados de esta prueba llevaron a la formación de una organización sin ánimo de lucro que busca erradicar el dengue y establecieron equipos en Indonesia, Brasil, Colombia y Vietnam. En este momento más estudios y pruebas se están realizando en el sudeste asiático y latinoamérica para entender el alcance y obtener la evidencia de los resultados a gran escala. Para estas pruebas, el equipo recibió 18 millones de dólares de la fundación de Bill & Melinda Gates.
La ventaja de este procedimiento es que no genera daños colaterales al erradicar una especie del ecosistemas, y logra mejores resultados que las fumigaciones.