Importancia de la mamografía anual

Desafortunadamente, desde 2008 la incidencia mundial de cáncer de mama ha aumentado en más del 20% y la mortalidad ha aumentado en 14%. Por esta razón la prevención se ha vuelto cada vez más necesaria y con esto se ha reforzado otro tema: la importancia de la mamografía anual.

Una mamografía es, básicamente, una radiografía de baja dosis que permite a los radiólogos buscar cambios en el tejido mamario.

Desde el punto de vista médico, una mamografía es una imagen de rayos X del seno que se usa para detectar signos tempranos de cáncer de mama. Las mamografías regulares son las mejores pruebas que tienen los especialistas para diagnósticos -en ocasiones- hasta tres años antes de que se pueda palpar.

Siendo una herramienta tan poderosa, es sin duda la mejor arma para evitar que cada año sigan muriendo más pacientes, como consecuencia de abordajes tardíos.

¿En qué consiste una mamografía?

Durante el procedimiento, el paciente se parará frente a una máquina especial de rayos X y un tecnólogo colocará su seno en una placa de plástico transparente, mientras otra placa presionará firmemente el pecho desde arriba.

Las placas se encargarán de aplanar el seno y mantenerlo inmóvil -con algo de presión- mientras se toma la radiografía.

Estos mismos pasos se repiten para hacer una vista lateral del seno. Asimismo, el otro seno será radiografiado con las mismas especificaciones.

Si bien hacerse una mamografía resulta incómodo e incluso un poco doloroso para la mayoría de las mujeres, al ser un examen que solo toma unos minutos, la sensación termina pronto.

 

Un dato importante a considerar es que la mamografía de cada mujer puede verse un poco diferente porque todos los senos son un poco distintos.

 

Los expertos tienen diferentes recomendaciones para la mamografía. Algunos médicos aconsejan realizar exámenes de detección cada dos años para mujeres de 50 a 74 años de edad, mientras que otros hablan de exámenes de detección anuales para todas las mujeres de 40 años o más.

 

Sin embargo, lo importante es que cada mujer hable con su médico sobre sus factores de riesgo personales, antes de tomar una decisión sobre cuándo comenzar a hacerse mamografías o con qué frecuencia deben hacerlo.

 

¿Quiénes deben hacerse una mamografía?

 

Una mamografía al año es fundamental, sobre todo para las mujeres a partir de los 50 años de edad. Sin embargo, hay otros factores que pueden incidir en la necesidad de practicarse el examen:

 

  • Las mamografías son necesarias a casi cualquier edad si se encuentra un bulto sospechoso en alguno de los senos.

 

  • Las mujeres con un riesgo especialmente alto de cáncer de mama, pueden comenzar a practicarse mamografías a los 40 años.

 

  • Las mujeres con mayor riesgo de cáncer de mama no deben esperar hasta los 50 años para realizarse mamografías regulares.

 

  • La mamografía anual puede salvar vidas, especialmente en los casos de aquellas mujeres de mayor riesgo por diferentes factores.

 

  • Las mujeres portadoras de la mutación genética BRCA deben comenzar mamografías anuales entre los 25 y los 30 años.

 

Otra información importante a tomar en consideración es que tener implantes mamarios, estar embarazada o amamantando, tener alguna queja nueva sobre los senos y haber tenido una mamografía en ambos senos en los últimos 12 meses, pueden ser elementos excluyentes para una mamografía de detección.

 

Y para quienes se preguntan acerca de los riesgos de la exposición a la radiación debido a la mamografía, las técnicas modernas solo involucran una pequeña cantidad de radiación, incluso menos que una radiografía de tórax estándar.

 

Médicos, especialistas, investigadores, pacientes, sobrevivientes y organizaciones que se dedican a recaudar fondos para encontrar una cura. Todos coinciden en lo mismo y es que la prevención es la mejor manera de afrontar esta enfermedad.